martes, 28 de abril de 2015

Cuando Pablo Moro escribió nuestra historia

Que sí, que no te gustan mis "cantantes alternativos" cuando no hablan de nosotros. Y nunca lo hacen tan bien como tus miradas. Bésame mucho, que las palabras se las lleva el viento pero los besos no. 

Que le jodan a la Luna que mis noches las iluminas tú; y que se quede ella el cielo que ya inventaré yo constelaciones en tu espalda. Le dejo los deseos y estrellas fugaces a otras que yo ya no deseo nada desde que estás aquí.

Me encanta cuando eres feliz y bailas. Y no se nos da muy bien pero da igual porque estás ahí. Y sonríes. Y tienes la sonrisa más bonita del mundo entero. Los ángeles deberíais ser felices siempre.

Qué puta es la vida a veces, y otras qué de verdad. 

Le debo tanto a la vida por haberte traído a mí...





(Y qué fríos los inviernos sin ti.)

Eres lo mejor que le ha pasado nunca a este puto mundo.

Vivo en un continuo echarte de menos cuando estás y no estás. Y menos mal que estás. Estás sin estar para salvarme los lunes, y los martes, y los sueños.

Pero vuelve para salvar la rutina de los viernes a tu lado, de los sábados de fútbol, de los cines de domingo. Bésame sabor a café y que el amor nos haga a nosotros. 

Eres la canción perfecta el lunes más triste del mes. Si es que hay alguno que no lo sea. 

Eres lo mejor que le ha pasado nunca a este puto mundo. 

Y a mí.